La intempestiva renuncia de Herman Chadwick Piñera a la presidencia de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública A.G. (COPSA), después de cinco años de ejercer paralelamente este cargo con el de Consejero del Consejo Nacional de Televisión, ha sido explicada por él como un sencillo ordenamiento de prioridades. Según sus palabras, ahora quiere dedicarse por completo a dirigir el Consejo Nacional de Televisión, después de haber sido nombrado por su primo, el Presidente Piñera, por los próximos cuatro años.
Es cierto que ese parentesco ha motivado críticas fundadas al nombramiento. Sin embargo, hay un aspecto inadvertido y que resulta aun más cuestionable.
Primero cabe preguntarse por qué, si el CNTV demandará “mucho trabajo” , no renunció a los otros 14 cargos en directorios de grandes empresas.
Planteada esta interrogante, cabe despejar que tiene de especial la Presidencia de COPSA -a la que acaba de renunciar apuradamente Chadwick-, gremio que agrupa a poderosos grupos económicos. La respuesta es tan simple como sorprendente. Y está ahí, en una ley que nadie parece haber leído, la del Consejo Nacional de Televisión.
El artículo 8º de la ley 18.838, que crea el CNTV, establece sólo tres causales que impiden legalmente que una persona se desempeñe como Consejero. La segunda de estas causales reza como sigue:
“8º Son inhábiles para desempeñar el cargo de Consejero : 2.- Las personas que desempeñen los cargos de Presidente, Vicepresidente, Secretario General y Tesorero en las directivas centrales de los partidos políticos o en directivas nacionales de organizaciones gremiales o sindicales.”
No está demás recordar que una organización gremial es un colectivo de personas o de empresas que se asocia para defender y promover aquellos intereses que los unen. Es decir, un gremio.
Como resulta inequívoco, COPSA es una organización gremial que reúne a aquellos grupos económicos que lucran con el sistema de concesiones públicas. De hecho está registrada como Asociación Gremial, y en la descripción de su “misión”, se refieren a sí mismos como un gremio. Y demás está decir, que es una organización de carácter nacional, con presencia de sus asociados a lo largo del país, y que se relaciona con el poder político a través del MOP.
Es decir, Herman Chadwick Piñera, ejercía la presidencia de la directiva nacional de una organización gremial, al tiempo que ocupaba la calidad de Consejero del CNTV. Ilegalmente. Alertado por misteriosos espíritus de la posibilidad de caer en desgracia, y en particular de ser destituido por el Pleno de la Corte Suprema por esta causa (art. 10 i II, Ley 18.838), ha renunciado a su alto cargo gremial, presumiblemente el pasado viernes.
Salvó la situación, podría afirmarse. Sin embargo, hay algo más. Herman Chadwick Piñera fue designado Consejero del CNTV por el gobierno de Ricardo Lagos en 2001. Luego, en 2006 fue electo Presidente de COPSA, cargo en el que fue reelecto por sucesivos períodos, hasta el día de hoy.
En castellano: Herman Chadwik ocupó ilegalmente el cargo de Consejero del CNTV, durante cinco años. A sabiendas de que la ley lo prohibía, con el obvio propósito de precaver conflictos de intereses.
Porque, la otra alternativa, es conceder que el primo del Presidente nunca ha leído una ley que consulta cada vez que cuestiona el humor del Club de la Comedia, o cuando legitima la censura televisiva al pueblo mapuche.
O bien, podemos pensar que el abogado Chadwick no sabe lo que es una organización gremial, ni menos comprende que significa ser presidente de la directiva nacional de un gremio.
Por cierto, legitimado por una clase política que tampoco parece conocer ciertas leyes.
A partir de estos días, se entregará la dirección del órgano regulador de la televisión a una persona que tuvo la audacia de omitir que sus calidades de Consejero del CNTV y de hombre de los grupos económicos, eran legalmente incompatibles.
Planteada esta interrogante, cabe despejar que tiene de especial la Presidencia de COPSA -a la que acaba de renunciar apuradamente Chadwick-, gremio que agrupa a poderosos grupos económicos. La respuesta es tan simple como sorprendente. Y está ahí, en una ley que nadie parece haber leído, la del Consejo Nacional de Televisión.
El artículo 8º de la ley 18.838, que crea el CNTV, establece sólo tres causales que impiden legalmente que una persona se desempeñe como Consejero. La segunda de estas causales reza como sigue:
“8º Son inhábiles para desempeñar el cargo de Consejero : 2.- Las personas que desempeñen los cargos de Presidente, Vicepresidente, Secretario General y Tesorero en las directivas centrales de los partidos políticos o en directivas nacionales de organizaciones gremiales o sindicales.”
No está demás recordar que una organización gremial es un colectivo de personas o de empresas que se asocia para defender y promover aquellos intereses que los unen. Es decir, un gremio.
Como resulta inequívoco, COPSA es una organización gremial que reúne a aquellos grupos económicos que lucran con el sistema de concesiones públicas. De hecho está registrada como Asociación Gremial, y en la descripción de su “misión”, se refieren a sí mismos como un gremio. Y demás está decir, que es una organización de carácter nacional, con presencia de sus asociados a lo largo del país, y que se relaciona con el poder político a través del MOP.
Es decir, Herman Chadwick Piñera, ejercía la presidencia de la directiva nacional de una organización gremial, al tiempo que ocupaba la calidad de Consejero del CNTV. Ilegalmente. Alertado por misteriosos espíritus de la posibilidad de caer en desgracia, y en particular de ser destituido por el Pleno de la Corte Suprema por esta causa (art. 10 i II, Ley 18.838), ha renunciado a su alto cargo gremial, presumiblemente el pasado viernes.
Salvó la situación, podría afirmarse. Sin embargo, hay algo más. Herman Chadwick Piñera fue designado Consejero del CNTV por el gobierno de Ricardo Lagos en 2001. Luego, en 2006 fue electo Presidente de COPSA, cargo en el que fue reelecto por sucesivos períodos, hasta el día de hoy.
En castellano: Herman Chadwik ocupó ilegalmente el cargo de Consejero del CNTV, durante cinco años. A sabiendas de que la ley lo prohibía, con el obvio propósito de precaver conflictos de intereses.
Porque, la otra alternativa, es conceder que el primo del Presidente nunca ha leído una ley que consulta cada vez que cuestiona el humor del Club de la Comedia, o cuando legitima la censura televisiva al pueblo mapuche.
O bien, podemos pensar que el abogado Chadwick no sabe lo que es una organización gremial, ni menos comprende que significa ser presidente de la directiva nacional de un gremio.
Por cierto, legitimado por una clase política que tampoco parece conocer ciertas leyes.
A partir de estos días, se entregará la dirección del órgano regulador de la televisión a una persona que tuvo la audacia de omitir que sus calidades de Consejero del CNTV y de hombre de los grupos económicos, eran legalmente incompatibles.
A esperar los resultados.
Extraido de El Quinto Poder
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