9 de agosto de 2011

La población no sintoniza con el relato de la tele

por Mauricio Becerra R.* (El Ciudadano)


Parece que a los medios masivos no les gusta la protesta de los estudiantes. En lo que va de la movilización han recurrido a diversos recursos para frenarla, ya sea concentrando el foco en actos de violencia mínimos, dando inusual cobertura a las fuentes oficiales, agrandando supuestas divisiones y tergiversando las demandas. Después de este inédito proceso quizá la próxima protesta será por medios masivos de calidad.

Al otro día de la jornada del 4 de agosto María José se despertó con una extraña sensación de dicha. La noche anterior se había acostado con la música de los cacerolazos que inundaron el barrio Brasil donde ella vive, los que se repitieron en cientos de otros puntos de Santiago y del país.

María José buscó en youtube y la palabra ‘cacerolazo’y arrojaba decenas de videos. Había videos de cacerolazos en Valparaíso, cerro Barón, cerro Alegre, Viña del Mar, Villa Alemana, Antofagasta, Santiago centro, Ñuñoa, La Cisterna, San Miguel, Providencia y hasta en Las Condes.

Interesada en el inédito fenómeno que dio cuenta de un masivo rechazo de la ciudadanía al copamiento policial del centro de Santiago y el apoyo a las demandas estudiantiles esperó el noticiario de las dos y media. Claro que al prender la tele la noticia que se robó la jornada no fue la violenta represión ni el masivo batir de ollas, sino que el incendio de una multitienda en el centro de Santiago.



El incendio provocado en La Polar fue la noticia con que los medios taparon el histórico cacerolazo. La nota repetida en TVN, Canal 13, Chilevisión y Mega acusaba, sin mayor prueba, que fue producida por manifestantes. Las fuentes que hablaban era el repetido, y furioso, alcalde Pablo Zalaquett, a quien ningún periodista le preguntó si escuchó los cacerolazos y seguía hablando en nombre de los habitantes de Santiago centro.

Para los medios era más importante el incendio de una tienda del retail que por años estafó a sus clientes con repactaciones unilaterales que un hecho histórico en el devenir reciente de Chile.

EN PICADA CONTRA MARIO BROSS 

La otra noticia de la jornada de ese viernes fueron las reacciones a los dichos del presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, quien dijo que el actuar del ministro del Interior “nos recuerda al apartheid, represión propia de movimientos sionistas”.

Era la pregunta de los reporteros al presidente del Senado, Guido Girardi, a los dirigentes universitarios y a cada persona que apareciera intentando juntar condenas contra el dirigente del Magisterio.

Ningún canal aludió a las declaraciones de la Secretaria Ejecutiva del Consejo del Libro, Tatiana Acuña, quien escribió en su cuenta de Twitter “se mata a la perra y se acaba la leva” en referencia a la presidenta de la Fech, Camila Vallejos.

¿Cuál de ambos dichos es más grave? ¿Llamar a matar a alguien detentando un cargo público o una acusación contra las formas policíacas del Estado de Israel?

Para los medios fue lo segundo.

El caso incluso provocó comentarios de la prensa extranjera. Pedro Brieger, analista internacional de la Televisión Pública de Argentina dijo respecto al caso que “es un disparate la acusación a Gajardo. Criticar al estado de Israel no es ser antisemita”.

Luego Brieger agregó que “acusarlo de antisemita tiene un objetivo: Descalificarlo respecto de lo que está diciendo y no discutir lo otro, que es la represión”.

Ningún medio nacional hiló fino en esto y mientras medios de Rusia, Estados Unidos, Alemania y Japón, entre varios otros países, destacaban la violenta represión del conservador presidente chileno – como es que se refieren cuando mencionan a Sebastián Piñera- a estudiantes adolescentes; los medios chilenos se encarnizaban con el presidente del Magisterio.

“SERIOS INCIDENTES PROTAGONIZAN ESTUDIANTES” 

En cada jornada de protesta los medios televisivos chilenos y gran parte de la prensa escrita busca algún hecho que sea capaz de distraer la atención del fondo. Si en una marcha a la que llegaron cerca de 200 mil personas lo importante para los medios fueron los 31 detenidos que ocasionaron disturbios, cuando se reportean los colegios tomados el enfoque está puesto en uno que otro destrozo.

Otro caso: La noche del 26 de Julio un grupo de encapuchados saqueó una farmacia y tiró bombas molotov contra una sucursal del Banco del Estado en Providencia. TVN difundió la información, al igual que los otros canales, vinculándola a la toma que en esos momentos se desarrollaba en la Academia de Humanismo Cristiano.

En el momento no había ningún antecedente que ligara ambos sucesos pero los periodistas de TVN relacionaron el hecho con los estudiantes con el evidente objetivo de criminalizar el movimiento. La única relación posible al momento era que el atentado y dicha casa de estudios estaban cerca. No había otra prueba.

También ocurrió cuando se emitió la nota sobre la detención por parte de carabineros de Recaredo Gálvez, vicepresidente de la Federación de estudiantes de la Universidad de Concepción, quien fue acusado de homicidio frustrado contra un carabinero, lo que fue a los días desestimado por los jueces del caso. Cuando TVN mostraba la nota y mencionaba a Gálvez las imágenes eran de encapuchados tirando molotovs a la policía.

El Canal estatal hace pocas semanas fue objeto incluso de críticas del Colegio de Periodistas luego de denunciarse por medios independientes que en tres ocasiones al momento de presentar la nota sobre la movilización estudiantil la foto puesta de fondo era un encapuchado.

PROTESTA POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA GRATUITA Y DE CALIDAD O “MEJORAS EN LA EDUCACIÓN” 

El énfasis apunta también a confundir a los televidentes. Nótese que los periodistas y reporteros de los canales de televisión a la hora de referirse a las motivaciones del movimiento estudiantil dicen que la protesta es por “demandas en la educación”.

“La discusión por la calidad de la educación” es lo que decía Alfonso Concha, de Canal 13 en su despacho en directo la tarde del lunes 8 de julio. La movilización es por una educación pública gratuita y de calidad. Entre decir “mejoras a la educación” y lo anterior hay mucho trecho.

Luego la nota anuncia que Giorgio Jackson, presidente de la Feuc, puso su cargo a disposición de la Confech y, un contacto matutino, se centra en intentar demostrar quiebres al interior del movimiento estudiantil. Claro que al aparecer la cuña tomada a Jackson lo que menos se intuía era un quiebre del movimiento.

Este martes hay una nueva movilización. De seguro, como siempre, los canales tendrán sus móviles a suficiente distancia de los estudiantes movilizados. Desde allí y a la par con cámaras y micrófonos infiltrados en la protesta que no dicen para qué medios trabajan, intentarán de nuevo concentrarse en una que otra pedrada.

Los estudiantes han recogido el guante y ya son varios medios que se han tomado en protesta por la mediación que efectúan de sus demandas. Así ocurrió con estudiantes de la PUCV que se tomaron en Canal 5 hace ya más de un mes, luego con estudiantes de la PUC que hicieron lo mismo con La Tercera y, el jueves reciente, cuando 200 estudiantes de la U. de Chile se tomaron Chilevisión.

La buena noticia es que pese a la sistemática campaña de desinformación y tergiversación el movimiento goza de buena salud. La sociedad se ha vuelto inmune a ese manejo comunicacional: Encuestas hechas por centros de estudio conservadores reconocen que el 72% de los chilenos apoya el movimiento estudiantil y el 80% se opone al lucro en la educación (CEP).

Todo indica que la principal demanda de los estudiantes sintoniza con la mayoría de la población y ya no con el relato de la tele

Extraido de El Ciudadano
Título Original: "Los medios y el movimiento estudiantil"

*Periodista Chile LAJournalist @kalidoscop

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