31 de mayo de 2011

Hidroaysén quiere inundar la Patagonia, pero antes inundó las calles…

por El Reno

Hace un buen tiempo que quería escribir sobre este tema, que hoy está en la boca de muchos. Un proyecto energético que hizo (o ha hecho) mucho más de lo esperado, y del cual uno debe sacar muchas lecciones. No explicaré el proyecto, porque me imagino que ya todos saben algo, ya sea las cosas buenas como las cosas malas. 

Quiero empezar con una autocrítica (aquél que se sienta identificado, critíquese también). Este proyecto empezó a gestarse el 2008 mas menos. Durante 3 años, estuvo bajo un silencio general, en donde los únicos que alegaban contra la mega-represa era el grupo Patagonia Sin Represas (muchos habrán visto una calcomanía con la misma leyenda). Por mi lado, había escuchado de esto, pero no había leído nada, tanto a favor como en contra, y solo me vine a informar ahora último, cuando estábamos a 2 semanas de aprobarlo. Aquí la crítica, es que como sociedad no debemos dejar todo a último minuto. Debemos tomar las “armas” (no tomar en sentido bélico) antes y no a última hora (como es muy característico de nuestra idiosincrasia), porque al hacer esto sucede lo otro. Siendo bien objetivo, todas las manifestaciones populares se están produciendo después de la aprobación. Si uno es bien autocrítico, hubo un error aquí, ya que las manifestaciones se deben hacer antes para producir cambios significativos. 

Espero que las manifestaciones populares que hoy se producen, logren buenos resultados, pero la lección ya debe estar aprendida. (ojo, que en el norte se acaban de aprobar 2 termoeléctricas, además de la gran termoeléctrica Castilla, la más grande de Sudamérica). Junto con esto aprovecho de sacar otra lección. Aquí hay muchos que votaron por el sr. Piñera porque con el veían un cambio en lo que sería la forma de administrar el estado. Mucho se dijo en las campañas presidenciales, de que la Concertación no había hecho nada en 20 años, y que con la llegada de “nuevos” aires, las cosas se empezarían a hacer de forma correcta (eficiente era la palabra más ocupada). 

Muchos, creyeron (siempre hago la mención especial de Leonor Varela, actriz chilena que creyó en las promesas medioambientales de Piñera), y hoy se deben sentir algo engañados, porque el candidato presidencial que dijo que no aprobaría termoeléctricas o hidroeléctricas, ya lleva 3 termoeléctricas aprobadas y una central hidroeléctrica, y en relación a investigación sobre las energías renovables no convencionales (ERNC), nada se ha hecho (o dicho). Aquí hay otra lección que sacar, y no solo me refiero a las presidenciales, si no que me refiero a toda elección. Muchos votan hoy porque la persona es simpática, porque es de uno u otro partido, o porque simplemente una vez me miró bonito. Como población votante nos debemos involucrar en los ideales de los que nos van a gobernar, para que el día de mañana, un diputado-senador-alcalde-concejal o presidente, no salgan con algo con lo que no estamos de acuerdo. Claro, uno no puede saber todo lo que piensa, pero algo debemos investigar sobre los candidatos.

Uno de los comentarios que más se repite hoy en día (y que se usan para defender el proyecto de HA) es el que Chile necesita más energía. Esto, debido a que el país crecerá considerablemente en los próximos años, por lo que los requerimientos energéticos también lo harán. Hoy, el sistema interconectado central (SIC) se abastece con aproximadamente 6.500 mega-watts. Esto quiere decir que en los próximos 10 años, Chile llegará a necesitar unos 13 mil mega-watts. También es necesario decir que del 100% del SIC, solo un 12% corresponde a consumo domiciliario. Primero, el decir que Chile necesita energía no defiende al proyecto. Poniendo otro ejemplo, yo puedo decir “tengo hambre” o “necesito plata”. La forma rápida y fácil llenar dichos requerimientos sería robar, por ejemplo. Otros dirán que tengo que trabajar, o que debo ahorrar plata. Pero, como lo que necesito, lo necesito HOY, lo más fácil es robar. Si bien, eso llena mis requerimientos, no lo hace bien. En cierta forma, creo que sucede lo mismo con HA. El solo hecho de decir “necesitamos energía” con la solución de inundar casi 6 mil hectáreas de terrenos vírgenes que son únicos en el mundo no me parece bien. Además que el comentario es “necesitamos energía”, pero no hay un análisis más allá del solo hecho de necesitarla. 

Volviendo al ejemplo anterior, el “tengo hambre” tiene un análisis. Algunos dirán que el hambre se produce porque no maneje bien mis dineros, o comí alimentos que no eran nutritivos, o que nunca tuve un plan a futuro para asegurar que no tuviera hambre. Lo mismo sucede hoy. La discusión no debería ser tanto “necesitamos o no la energía”, sino que lo que hay detrás de dicho comentario. Por ejemplo, acaso los gobiernos de Chile han tenido alguna vez un plan energético, en donde el proponente fuera el estado y no el sector privado?. Con la memoria que tengo, debo decir que no (si usted tiene mejor memoria, por favor, hágamelo saber). Los gobiernos de la Concertación se equivocaron en este punto, ya que ellos nunca pusieron en la mesa la investigación que se debía hacer o los planes a futuro. Lo que ocurrió fue que el sector privado llegó con propuestas, y el estado se limitaba a aprobar (o en muy pocos casos, desaprobar), y cuando esto pasa, las decisiones no las toma la gente, si no que un pequeño grupo de personas (que en muchos casos, suelen ser de otros países. Esto no lo digo con sentido xenófobo, si no que tiene su crítica. Lea mi opinión sobre castilla para que me entienda). En el ejemplo de “tengo hambre”, si yo no me propongo un plan de alimentación, dependo de lo que me ofrezcan. Si viene McDonalds y Dominos Pizza, y me ofrecen comida, claro, ya no tendré hambre, pero pronto sufriré de obesidad, hipertensión, sedentarismo y hasta de infartos cardiacos. Por eso, la importancia de que el estado debe ser un proponente y no un observador. El estado vela por la seguridad de TODOS los chilenos, cosa que no pasa.

También, muchos repiten la frase “bueno, si no estas de acuerdo con HA, apaga el computador, la luz, y no ocupes energía”. En el fondo, si uno no esta de acuerdo con un proyecto que generará energía, no debe ocupar energía (algo que hoy en día es practicamente imposible). Para rbatir dicha frase yo les digo que uno como consumidor energético (en donde pagamos las cuentas e impuestos) tiene el derecho de exigir que el origen de la energía sea limpia y sustentable. Si yo no estoy de acuerdo con algo, siempre habrán dos caminos, en doende el primero es no usar dicho servicio y el segundo es alegar o exigir que dcho servicio se haga en forma correcta. Si uno dejara de usar todos los servicios y productos en donde uno no este de acuerdo en algún punto, nos tendríamos que mudar todos a una isla desierta.

Otro comentario que se usa para defender al proyecto, es que la cantidad de hectáreas que se inundarán son solo un 0,1% del terreno total de la región de Aysén. Aquí es cuando llegamos al punto de los números. Yo, con mi corta vida, he aprendido que con números se puede hacer de todo. He sabido de empresas multimillonarias que manejando los números en forma correcta, al final de año, pueden aparecer con números rojos. Además que el comentario de que “solo es un 0,1%” busca quitar importancia, y lleva algo físico al mundo matemático. Siguiendo esta misma lógica, uno podría decir que el terremoto en Chile no mató a nadie, ya que los 500 fallecidos representan como un 0,003% de la población total del país, pero solo un insensible podría decir que nadie murió. Aún cuando el porcentaje es bajísimo, gente sufrió y perdió a sus seres queridos. Con esto, trato de establecer el “peligro” que puede ser el que se lleve algo físico (o algo que no se puede evaluar con números) al rango matemático. Se inundarán terrenos que son vírgenes en el mundo, que ningún otro país los tiene, y creo que eso hay que considerarlo. Además, si nos vamos a los números, se podrían poner el 1% de paneles solares en el desierto de Atacama para dar energía a todo Chile. El porcentaje no es solo un número, si no que tenemos que ir mas allá. No es lo mismo 5 mil hectáreas en Aysén a 5 mil hectáreas en el desierto de atacama. No es lo mismo un sismo de 5 grados acá en Chile que un sismo de 5 grados en España. No es lo mismo inundar la Patagonia que inundar Santiago u otra ciudad. Debemos hacer un análisis más profundo y no quedarnos solo en los números.

Otro de las defensas es que con HA se potenciará la región. Aquí mostraré mi lado mas paranoico. Con la construcción de este proyecto, se necesitarán aproximadamente unos 5 mil trabajadores. Muchos de ellos vendrán de otras regiones, y conociendo el nivel socio-cultural del trabajador promedio obrero de Chile (disculpe si generalizo o si soy muy despectivo) las ciudades de Aysén se convertirán. Ya se hablan de proyectos de hoteles, casinos (de juegos), prostíbulos, etc. La basura aumentará, el tráfico, la delincuencia, etc. En decir, no solo se habla de convertir el medio-ambiente, sino que también la ciudad en si sufrirá una transformación. Considerando que los ingresos de la región dependen del turismo, me gustaría saber cómo afectará esto en dicho ingreso.

Otro tema es que se habla de que las ERNC no son eficientes y son muy caras. Pero, y las investigaciones sobre esto?. Acaso el estado (pasado o presente) ha entregado estudios en donde se evalúa la factibilidad de impulsar dichas energías?. Chile es un país que cuenta con todo: mar, montañas, desierto, viento, etc., pero a la hora de construir algo, nos vamos a lo más simple, a lo más rápido. Es necesario tener una política energética, que sea a largo plazo, con visión de futuro. Porque hoy, nos arrepentimos de las termoeléctricas construidas, pero las seguirnos construyendo. Solo espero que en 10 años más, no nos arrepintamos de haber construido una mega central.

Por último, hoy se demuestra la necesidad de implantar plebiscitos. Cuando la gente, la masa, la “plebe” se da cuenta de que aquellos políticos que fueron elegidos para “algo”, no cumplen con ese “algo”, la gente se toma las calles y exige lo que cree que se merece. Dicha exigencia se cubriría con los plebiscitos. Además, hay temas nacionales que no pueden ser decididos por 120 diputados y 38 senadores, si no que deben ser decididos por 15 millones de chilenos.

Al final, usted tiene la última palabra.

Texto publicado originalmente en El Reno

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. PATAGONIA UNIDA” LLAMA DESDE AYSEN, A UNA MARCHA MUNDIAL PARA EL DIA 2 DE JULIO EN CONTRA DE LA EMPRESA HIDROAYSEN.

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