por Claudia Canifrú
Hace hartos años atrás, tuve la suerte de ir a Amsterdam, que sería cómo el sueño de los ciclistas acá en Santiago. Me acuerdo que arrendé una bicicleta y pude andar por toda la ciudad sin problemas, porque hay semáforos y toda clase de señalización separada para autos, tranvías y los ciclistas.
Pero acá en Santiago nica ando en bici. Primero porque soy asustona (me costó años soltarme al volante), segundo porque nica llevo a mi hija de dos años amarrada atrás para que –tercero- los automovilistas traten de arrollarme porque me demoré 1.5 segundos en pasar por una luz que casi casi se pone verde.
Es que cuando una maneja se da cuenta de lo agresivos y enajenados que están los demás al volante (no me sumo a esta categoría), y los peligrosos que son algunos ciclistas. Me ha pasado tres veces que al estar doblando – y señalizando- , se me cruza un ciclista en forma totalmente sorpresiva por el lado contrario, o ir manejando de noche y divisar casi encima a un bulto negro que va pedaleando.
No es mi intención generar un debate o algo parecido al respecto. Pero no nos podemos engañar: a la “autoridad” no le interesa que existan ciclovías. Es cosa de mirar los trabajos que intentarán paliar el caos vial de Costanera Center, o el plan que anunció el MOP para descongestionar Santiago oriente.
A mí me encanta andar en bici; cuando chica iba a todos lados en ella. Claro que Santiago era otra cosa. Ahora tengo una linda, guardada en la bodega. Tengo pensada usarla cuando mi hija aprenda a usar la suya. Claro que los puros domingos, y en esas calles que cierran para ese propósito.
O puedo juntar plata y partir a Ámsterdan de nuevo.
Es que cuando una maneja se da cuenta de lo agresivos y enajenados que están los demás al volante (no me sumo a esta categoría), y los peligrosos que son algunos ciclistas. Me ha pasado tres veces que al estar doblando – y señalizando- , se me cruza un ciclista en forma totalmente sorpresiva por el lado contrario, o ir manejando de noche y divisar casi encima a un bulto negro que va pedaleando.
No es mi intención generar un debate o algo parecido al respecto. Pero no nos podemos engañar: a la “autoridad” no le interesa que existan ciclovías. Es cosa de mirar los trabajos que intentarán paliar el caos vial de Costanera Center, o el plan que anunció el MOP para descongestionar Santiago oriente.
A mí me encanta andar en bici; cuando chica iba a todos lados en ella. Claro que Santiago era otra cosa. Ahora tengo una linda, guardada en la bodega. Tengo pensada usarla cuando mi hija aprenda a usar la suya. Claro que los puros domingos, y en esas calles que cierran para ese propósito.
O puedo juntar plata y partir a Ámsterdan de nuevo.
Qué recuerdos! Yo también tuve la suerte de estar en Amsterdam y me llamó la atención la cantidad de bicis y las buenas vías que tenían. Hace un tiempo, antes de tener a la Leo me iba al trabajo en bici y te aseguro que es pa asustarse, te tiran los autos... Hay que tener mil ojos. En definitiva, nos falta mucho, ojalá avancemos.
ResponderEliminarTengo una foto del viaje, de un estacioamiento de bicicletas, increíble, con miles, la voy a buscar...