14 de marzo de 2012

La crisis en la agricultura que genera Chiletabacos

por Omar Pérez Santiago (CIPER Chile)

La Ley del Control del Tabaco promulgada por la presidenta Bachelet el año 2006 fue fruto de una engorrosa disputa. Sin embargo, aún la ley no genera resultados positivos y Chile continúa con una de las mayores prevalencias de consumo de tabaco en el mundo. Así lo confirma un reciente informe de la Organización Panamericana de la Salud (PPS), cuyo representante en Chile, José Antonio Pagés, afirma que “es preocupante cómo la tendencia de consumo en jóvenes sigue aumentando”.

Las razones son sencillas: la ley salió ambigua y no aseguró reales ambientes cien por ciento libres de humo del tabaco. En el debate legislativo, los intereses de Chiletabacos predominaron por sobre la salud de la población. Las acusaciones al lobby desplegado por dicha empresa -en cuyo directorio figuran nombres como Carlos Cáceres, Jorge Rodríguez y Karen Poniachick- se han multiplicado desde entonces.

Para mejorar la ley, el actual ministro de Salud, el doctor Jaime Mañalich, envió al Congreso el año 2011 un proyecto que prohibiría definitivamente fumar en lugares cerrados, como pubs, restoranes y casinos de juegos, salvo en sus terrazas. Sorprendentemente, en votación del 18 de enero del 2012, la Cámara de Diputados rechazó esta modificación. Varios diputados afirmaron después que se equivocaron al votar.

El mismo ministro Mañalich reconoce las presiones de Chiletabacos: “Todos hemos recibido visitas, los parlamentarios han recibido visitas, y hay una influencia sistematizada donde la industria gasta enormes recursos para lograr representar sus intereses”.

No obstante, algo más estructural ocurre tras esta burda comedia de equivocaciones. Es el asunto de los cultivadores de hoja de tabaco, los agricultores que surten a Chiletabacos, la otra cara de la moneda del genocidio de Chiletabacos que dirigen personajes inclementes al dolor de los enfermos. Un monopolio que mata a 14 mil chilenos cada año por problemas asociados al consumo del cigarrillo.

Chiletabacos es una empresa monopsódica. Esto significa que domina el mercado de los consumidores de casi 5 millones de fumadores y que controla, además, de modo absoluto, a los más de 1.000 productores de tabaco, con un total de superficie de cultivo de 3.000 hectáreas, según el Censo agrícola del 2007.(1)

Esos agricultores no tienen un poder de compra alternativo.

Chiletabacos opera el cultivo de tabaco en Chile con un modelo de explotación del monocultivo, a través de un contrato abusivo. Es lo que los especialistas de la FAO llaman la “agricultura por contrato”.

Chiletabacos obliga a firmar un contrato de plantación y compraventa de tabaco donde se determina la forma de comercialización, el precio del tabaco, el número de hectáreas, la cantidad de kilos que serán objeto de la obligación de compraventa, la fecha y el tipo de tabaco que será entregado en su totalidad, libre de embargos, litigios, y prendas. En ese contrato, Chiletabacos establece las condiciones del cosechado y las visitas periódicas de control a las plantaciones.

Chiletabacos proporciona la semilla. Los pequeños agricultores pueden solicitar anticipos de dinero y se los obliga a tomar seguros. Obviamente, Chiletabacos obliga a que el agricultor compre con ellos todos los insumos como agrotóxicos, fertilizantes, chapas, alambres. El negocio es redondo para Chiletabacos: compra con mejores precios grandes volúmenes de los diferentes insumos que luego vende a los productores a precios minoristas. El productor debe fletar el tabaco hasta la bodega del comprador. Chiletabacos descuenta del pago de anticipos e insumos.(2) Los precios del tabaco son determinados, en última instancia, por la misma Chiletabacos. Los productores no tienen a quien reclamar.(3)

Chiletabacos aplica un sistema de expropiación de la riqueza agraria mediante la dirección de la producción de monocultivo controlando así todo el mercado y traspasando todos los riesgos de la cosecha al pequeño agricultor. Chiletabacos ayuda así a generar una potencial crisis social en el campo, un problema serio y socialmente relevante al imponer un modelo mediante el cual transfiere a sus cuentas bancarias la riqueza producida por el sector rural.

Este modelo conduce a la reducción de la diversidad genética, al aumento de la vulnerabilidad a las plagas, la erosión y contaminación del suelo, a la reducción de la disponibilidad de cultivos alimenticios nutritivos para la gente y al crecimiento de tensiones y conflictos. Los únicos beneficiados son los directores de Chiletabacos.

Los agricultores son víctimas de un modelo de integración vertical de la agricultura.

La Reforma Agraria fue un esfuerzo energético de cambio del ineficiente latifundio chileno. Pero, Chiletabacos descubrió que no necesita reexpropiar o comprar las tierras a los agricultores para asegurarse el control de la producción y los mercados. A sus directores les basta controlar la producción mediante contratos usureros con los agricultores. El nivel de endeudamiento de los cultivadores es creciente. Lo que perciben de la venta de la cosecha no alcanza para pagar los créditos que en dinero y especie otorga Chiletabacos.

Los agricultores han descubierto que siempre pierden o definitivamente están endeudados con Chiletabacos y han buscado fórmulas para reconvertirse.

Los pequeños y medianos agricultores de tabaco, se han ido cansando de esta situación y manifestando su molestia frente a este sistema de control que no los beneficia. Vicente Madariaga, agricultor de Chimbarongo, representó a los productores de tabaco y defendió el sistema en la Cámara de Diputados en 2005. Tres años más tarde, en 2008, buscó desvincularse públicamente de ese sistema acusando el empobrecimiento de los agricultores, y promovió la reconversión, sin encontrar apoyo en el Estado. Ese año habían abandonado 80 hornos a gas para secar el tabaco en Chimbarongo.(4)

El Convenio Marco sobre el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que el Estado chileno ratificó el año 2005 (gobierno del presidente Ricardo Lagos), sugiere un programa de reconversión del cultivo del tabaco con asistencia técnica y financiera para ayudar a los productores afectados por los programas de control del tabaco en la transición hacia otras alternativas productivas. Pero, el Estado chileno no ha considerado un apoyo de reconversión de la agricultura del tabaco. Al contrario, ha dejado a los agricultores solos a su suerte.

El Gobierno de Chile no está cumpliendo con los compromisos del Convenio para el Control del Tabaco, suscrito en el marco de la OMS, mediante la instrumentación de estrategias orientadas a la reconversión hacia cultivos alternativos al tabaco y con mayor rentabilidad.

Peor aún, la oficina de INDAP de la Sexta Región, en resolución del 29 de junio de 2011, determinó entregarle a la British American Tobacco una suma de $ 19.948.275, en el concurso nacional de alianzas productivas -según informó El Mostrador en artículo de Bernardita García-, con el objeto de capacitar a un grupo de agricultores de tabaco para mejorar la productividad del cultivo.(5)

El Estado Chileno subsidia económicamente a Chiletabacos, una empresa que, según el Convenio Marco para el Control del Tabaco, el Estado chileno debería combatir.

Pero, INDAP de la Sexta Región, tal como lo indica un boletín del servicio, ya había actuado del mismo modo al entregar recursos por un monto de $60 millones de su programa de reconstrucción productiva, para financiar hornos para el secado de tabaco.(6)

El acuerdo de INDAP con Chiletabacos es grave: viola el principio Nº 4 del Convenio Marco de la OMS de Tabaco ratificado por Chile: “Debido a que sus productos son letales, no se deberían conceder incentivos a la industria tabacalera para que establezcan o lleven a cabo sus negocios”. Esta violación la ratifica el principio Nº 1 que estipula: “Existe un conflicto fundamental e irreconciliable entre los intereses de la industria tabacalera y los intereses de las políticas de salud pública”.

El asunto es muy claro: el Estado chileno ha violado durante el gobierno del Presidente Sebastián Piñera un acuerdo internacional al subsidiar económicamente a Chiletabacos, una empresa que vende productos letales e irreconciliables con la salud pública.

Los directores de Chiletabacos son responsables también de problemas ambientales en Chile. La planta del tabaco sufre plagas que Chiletabacos combate con agrotóxicos muy peligrosos y que producen graves daños a la salud. La absorción cutánea de nicotina a partir del contacto de la piel con las hojas de la planta, produce una enfermedad llamada del tabaco verde que consiste en una forma de intoxicación por la absorción dérmica de la nicotina.

El tabaco es uno de los responsables de la deforestación mundial: la planta es muy exigente y consume los nutrientes del suelo de manera muy rápida. Chiletabacos usa gran cantidad de pesticidas y fertilizantes químicos que contaminan el suelo y el agua.

La industria del tabaco en el mundo, según información pública, estaría usando semillas transgénicas de tabaco resistentes a ciertas plagas, sin acoger el principio precautorio de los consumidores y sin importarles los riesgos a la biodiversidad. En Chile también se habría sembrado tabaco transgénico, según la experta en biodiversidad y organismos transgénicos, la bióloga Maria Isabel Manzur.(1)

De los 10 diputados de la Región del Maule, donde se produce el 41 % de la superficie del cultivo de tabaco de Chile, 7 votaron en contra de la propuesta del Ministro Mañalich en la Cámara de Diputados, el 18 de enero del 2012: (DC) Roberto León, (PPD) Guillermo Ceroni, (RN) Germán Verdugo, y los diputados UDI Celso Morales, Pedro Pablo Álvarez-Salamanca, Romilio Gutiérrez e Ignacio Urrutia. ¿Será simple coincidencia?

Ahora en marzo el gobierno repondrá con suma urgencia en la Ley del Tabaco las normas que prohíben su consumo en lugares cerrados y en sitios abiertos de acceso público. Esperemos que el “error” de los parlamentarios que rechazaron el artículo sea corregido para proteger la salud de la población.

Notas

1.-Instituto Nacional de Estadísticas (2007) VII Censo Agropecuario y forestal.
2.-Organización Panamericana de la Salud (2007). Debrott Sánchez, David. Economía del control del tabaco en los países del Mercosur y Estados Asociados: Chile. Washington, D.C.
3.-Oficina de Estudios y Políticas Agrarias – ODEPA (2009) Alfonso Traub Ramos. El tabaco en un mundo de contradicciones
4.-La Nación. Domingo 29 de Junio del año 2008. Reconversión, la deuda pendiente de la lucha antitabaco.
5.-El Mostrador (9 de Febrero de 2012) Bernardita García Jiménez. Estrategias de blanqueo social y legitimación de la industria. El largo brazo del lobby de las tabacaleras.
6.-INDAP Informa. Boletín informativo externo Región de O´Higgins. Septiembre 2011.
7.-Revista del consumidor, mayo 2001, María Isabel Manssur. Situación de los transgénicos en Chile. América latina. La transgénesis de un Continente. Visión crítica de una expansión desatada (Enero 2009). Red por una América Latina Libre de Transgénicos (RALLT) y la Red de Acción de Plaguicidas en América Latina (RAPAL).

Extraido de CIPER Chile

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