por Ginnia Silva Amaya
Respeto es lo que nos falta: a los votantes, a los ciudadanos, a los niños, a las mujeres, a los animales, a la naturaleza, a las diferencias, a los pueblos originarios, a los inmigrantes y a la dignidad de todos los chilenos.
Escuchar de un ministro de estado que movilizaciones en Aysén son dirigidas desde Santiago, sólo explica una mirada miope de lo que sucede en Chile, y entiéndase Chile, como la larga franja de tierra que comienza en región 15 y termina en la Antártica.
Falta respeto para tratar a la ciudadanía y no sólo lo digo este gobierno, lo digo de la clase política que concibe a los ciudadanos como súbditos, un reino a gobernar, una casta que dirigir, unos corderos a repartir.
Por eso no les conviene mejorar la educación. Simón Rodríguez lo refleja bien en una de sus frases: “A un ignorante se le persuade a un instruido se le convence”
Respeto, es escuchar atentos, solícitos y no para tener a la chusma silenciada, cautiva, cual serpiente encantada, pues la sordera heredada del gobierno anterior no los deja escuchar las encuestas, las demandas, las llamadas de atención.
No han faltado los que afirman que las movilizaciones responden a intereses políticos, al marxismo internacional, al manejo de la izquierda. A ver…, y si así fuera, Chile estaría gobernado por esa izquierda, la come guaguas y violentista, según nos la han pintado.
Más respeto es lo que piden en Aysén, con sus demandas, con sus recursos, con su agua, con su paisaje, con su gente. No puede ser que una región que lidera el índice de crecimiento económico nacional tenga una ciudadanía lejos de esa bonanza y éxito económico, todo generado en Aysén para el bolsillo de unos pocos, para el bolsillo de Santiago.
Las regiones no son un botín de guerra más, o una estadística, en ellas está la fuerza y valor de este país cautivo del poder económico, amparado por la clase política que se ha servido de nuestros recursos mineros, pesqueros, forestales, financieros y de nuestra confianza.
Hoy ha despertado Aysén y nos dicen TU problema es el mío. Y yo respondo lo mismo. Lo que sucede en Aysén, Calama, Punta Arenas, Dichato, Toconao y Chiloé es también nuestro problema, porque sabemos de su aislamiento, de su lejanía y de su postergación.
Mientras tanto, en Chile los noticieros de tv abierta informan profusamente sobre la contaminación en Puchuncavi o sobre el Transantiago, del primero se ignora que niños viven en medio de la polución más feroz en su escuela “La greda” y del segundo sobre la asignación de más y más recursos. ¿Y en las regiones? ¿Y del litio que es riqueza de todos? Este último sí que es un regalo entre gallos y media noche a los empresarios, a lo amigo.
Ejemplos sobran, sordera también. Lo que pide Aysén es respeto, lo que esperamos los chilenos es respeto, ¿Como lo decimos para qué se entienda? R E S P E T O! !
Despertaron Aysén, los estudiantes, Magallanes, Calama, ¿y Chile?
Creo que Chile ya despertó o lo está haciendo.
Con respeto comento esta entrada!!, excelente lectura acabo de tener!!,
ResponderEliminarmerece ser compartido para que muchos lo lean, y eviten comentar sobre lo que se ve en la tv abierta, siendo que lo que muestran no es siquiera la mitad del verdadero problema!! (elimine la entrada anterior porque estaba mal redactada)
Cariños!!
Gracias por comentar Valentina. Este espacio es para romper cercos, para decir lo que no quiere ser escuchado, lo que no se quiere ver y lo que sentimos.
EliminarSaludos!
Ginniasa