por Sohad Houssein (radio.uchile.cl)

Siete juntas de vecinos de Las Condes junto a la agrupación Defendamos la Ciudad interpusieron a fines de abril un reclamo ante la Contraloría por la venta de una parte del terreno del Parque Araucano para la construcción de un centro comercial. Alegan la destrucción de importantes áreas verdes, que antes estaban al servicio de la comunidad, para instalar una empresa con fines de lucro.
Pero lo que se esconde en los 49 mil metros cuadrados del subsuelo del parque va mucho más allá de un problema urbano y de negocios municipales, incluso, cambia el concepto de “lucro” que conocemos hasta ahora.
Por estos días se inaugurará ahí Kidzania, un centro de entretenciones infantil que replica una ciudad al tamaño de los niños y donde los menores entre 4 y 14 años pueden jugar a ser adultos desempeñándose en variadas profesiones y oficios. Suena al inocente juego del “doctor” o “el papá y la mamá”, pero en este caso se involucra a los menores en un sistema económico de trabajo, transacciones bancarias, roles de poder, competitividad y una serie de otros aspectos propios del mundo “de los grandes”. Y sabemos bien que la infancia dura muy poco para vivirla como adultos.