por KROK
"Gabriel Ruiz-Tagle se perfila por la derecha y con una finta sobrepasa a su oponente no sin recibir un tremendo patadón, llega a línea de fondo, centra y la deja allí, dando bote, para que Sebastián decida frente al arco...". Esta alegórica cita futbolera, podría representar fielmente la decisión del Director de Chiledeportes de vender las acciones de Blanco y Negro (Colo Colo), esta decisión le abriría el camino a Piñera para que se deshaga de las acciones del mismo equipo y de paso también las de Chilevisión. Es que la ligazón fútbol-política no es un tema nuevo y no es menor la exposición mediática que permite el ser dueño de un equipo popular, por lo mismo, estos políticos carentes de arraigo en los sectores populares pretenden suplir su déficit, intentando ser del pueblo, pero siendo acreedor de éste. Las nuevas sociedades anónimas deportivas (SAD) abrieron un espacio a la compra de este esquivo poder popular, Piñera, Ruiz-Tagle, Lavín, Hasbún, Estevez entre otros divisaron el negocio de comprar el alma futbolera, mas rentable que la ruleta accionária, seria la rentabilidad popular, pues quien puede contradecir que la popularidad es un elemento nutricional vital para el ego de un político.
"Gabriel Ruiz-Tagle se perfila por la derecha y con una finta sobrepasa a su oponente no sin recibir un tremendo patadón, llega a línea de fondo, centra y la deja allí, dando bote, para que Sebastián decida frente al arco...". Esta alegórica cita futbolera, podría representar fielmente la decisión del Director de Chiledeportes de vender las acciones de Blanco y Negro (Colo Colo), esta decisión le abriría el camino a Piñera para que se deshaga de las acciones del mismo equipo y de paso también las de Chilevisión. Es que la ligazón fútbol-política no es un tema nuevo y no es menor la exposición mediática que permite el ser dueño de un equipo popular, por lo mismo, estos políticos carentes de arraigo en los sectores populares pretenden suplir su déficit, intentando ser del pueblo, pero siendo acreedor de éste. Las nuevas sociedades anónimas deportivas (SAD) abrieron un espacio a la compra de este esquivo poder popular, Piñera, Ruiz-Tagle, Lavín, Hasbún, Estevez entre otros divisaron el negocio de comprar el alma futbolera, mas rentable que la ruleta accionária, seria la rentabilidad popular, pues quien puede contradecir que la popularidad es un elemento nutricional vital para el ego de un político.